Museo y cuadro

-¿Pero qué es la verdad sino un invento de los hombres y dioses? tus experiencias, terribles o hermosas, ha hecho que veas las cosas de una manera, pero una persona que haya vivido en circunstancias distintas tendrá una visión por completo distinta y no por ello menos verdadera... sin embargo, existe un hecho real querida mía y es que Priscilla tiene una maldición que podría llevar a la locura a los mismos dioses y causar una tragedia como pocas, sin embargo, el rey al que sirves no le importa eso y está dispuesto a liberar a Priscilla si con ello puede mantener con vida a la primera flama.

Entonces caminó nuevamente hacia ella y la cubrió con sus brazos.

-Apenas te he visto, pero te conozco... tu no permitirías que miles de hombres se matasen entre si solo por los delirios de un Rey loco, no querida mía, acompáñame al abismo y allí arreglaremos todo para que Priscilla pueda reencontrarse con su padre, desde esa fortaleza lucharemos por una causa justa y derrotaremos a la oscuridad, la Princesa sabe que tengo la razón y por tanto me acompañará, pero mi deseo es que tu también lo hagas... el mundo sería más oscuro si no puedo volver a ver a un ser tan puro como tu persona, aún el abismo se iluminaría con tu presencia.